sábado, 20 de julio de 2019

Las llamas destacaban los gestos, las enormes cabezas se movían mecánicas, suaves. Algunos componentes de la procesión de la tarde, todavía con los ajustados hábitos de seda, se mezclaban con los espectadores. Coronada de papel, una niña insomne sacudía sus tirabuzones; era sábado por la noche. Bajo el sombrero el rostro mal iluminado de Lucrécia tan pronto parecía delicado como monstruoso. Ella espiaba. La cara tenía una atención dulce, sin malicia, los ojos oscuros espiando las mutaciones del fuego, el sombrero con la flor.
(Clarice Lispector, La ciudad sitiada)

viernes, 31 de mayo de 2019

Al principio fue la herida.
Hay una sujeto memoriosa que experimenta un
desajuste interior-exterior, que se desdobla entre lo que experimenta internamente y lo que debe representar.
El crimen opera en la emergencia de la singularidad, como arrebato de sí, como un abrupto corte en la existencia. 
La voluntad de esta renuncia deviene afirmación del propio deseo
El diario parte con la mención de dos nombres: el que le dieron de veras y el que se dio "de mañosa" El nuevo mató el viejo, dice, y evoca estos versos de "La otra" : Una en mi maté / yo no la amaba.


domingo, 19 de mayo de 2019

Walter Benjamin soñaba con un libro compuesto nada más que  citas. Por mi parte, imagino una ciudad hecha enteramente de mensajes en muros, vistosos lienzos y empapelados con inscripciones públicas de todo tipo, diseminados como fragmentos de cosas perdidas en el tiempo, reliquias y preocupaciones del presente que, al igual que las citas, hacen las veces de "interrupciones" para apelar a les transeúntes. De ahí que su fuerza consista no en conservar, sino más bien en despojar las convicciones que albergamos en tanto paseamos desocupadamente.

viernes, 19 de abril de 2019

Meperturba

Instalados en el umbral de una zapatería ubicada en una de las principales avenidas de La Serena, estos seres (cuya singularidad desafía cualquier manía clasificadora) se han arrogado varias remodelaciones que no han hecho más que ratificar la extrañeza que proporciona su sola presencia.
Y es que la inquietud ante lo extraño nos lleva a poner en movimiento múltiples analogías con las cuales nombrar aquello que escapa a nuestro universo mental y su afanoso dominio explicativo. Lo anterior dio lugar a que alguien los designara bajo el no menos insólito nombre de "Meperturba".
¿Cómo, entonces, dejar simplemente ser?  Sin rótulos restrictivos, sin aprehensiones que disfracen nuestra inalienable pluralidad... ¿Cómo encontrarnos en nuestras diferencias? ¿Cómo habitar el "entre"? Digamos, que estas diferencias no nos remitan a un sistema de jerarquías excluyentes pero que tampoco se unifiquen en una lógica de consensos. Pregunto cómo y por eso asumo su posibilidad.

"Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, como se llama, etcétera.
No me tomo el trabajo de contestar: me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones."
(Fragmento de "El híbrido", de Franz Kafka)


miércoles, 27 de febrero de 2019

asco, asco, en todas partes: en las risas de pasillo, en las ofertas, en los aplausos, en las etiquetas, en las frases recortadas, en las pantallas, en los fármacos, en las cucharas, en los estantes, bajo los párpados, en las ofertas, en los cordones impecables, en los desodorantes ambientales, en las tuberías, en los manuales, en los catálogos, en los timbres, en los cables, en la ortografía, en los locales ilustres, en el olvido civil de las tumbas, en la higiene criminal, en el código privado, en la copia feliz, en los emblemas, en el próximo sufragio, en la industria personalizada, en los zapatos que el mar arroja, en las bisagras, en el autorretrato de memoria, en las uñas, en los grifos, en la furia impersonal, en el etcétera, en la sombra y el vocablo, un asco especulativo y visceral, zigzagueante y tremendo; un asco asqueante, alfabéticamente mudo, guturalmente privado, diafásico, síntomático y promisorio; un asco representativo, secuencial, hipotético, etimológico, climático; asco de asquearse, de asquearnos, conjugado en todavía, en pretérito sangrante; un asco poliédrico y automático; un asco que respira como animal enjaulado, que aprende a negar en el idioma de los amos; un asco que se parece a un cadáver resucitado con noticias, presintiendo presintiendo presintiendo

miércoles, 20 de febrero de 2019